Description
Cuenta la historia que hace varios siglos en el siempre turbulento y cálido mar Caribe, piratas y corsarios iban a carenar a Isla Tortuga para entregarse a orgías y diversión. Ahora en pleno siglo XXI en el mismo corazón de Hialeah se encuentra otra Cueva del Pirata. Claro, los rostros han cambiado, en vez de fieros y temidos piratas, el lugar es frecuentado por gente sencilla y trabajadora, que en lugar de cuchillos y espadas, usan teléfonos inteligentes y llegan en modernos autos importados, desde los que se escucha un reggaetón o un bolero.
Para revivir esa leyenda, no solo de aventura sino de goce y diversión, el empresario Heny Cuesta, dueño de La Cueva…, ancló al costado la réplica de un galeón donde se puede iniciar y terminar la fiesta o tomar una copa antes de ir a casa.
Cuesta es un joven amante de la cultura física y de la comida gourmet, que habla sobre La Cueva del Pirata mientras degusta un jugo de frutas naturales: “Heredamos de la antigua administración un lindo concepto de cabaret, sobrio y elegante, con mesas íntimas, pista de baile, amplio escenario para la actuación de los artistas, y un fabuloso staff de chefs, bartenders y empleados, pero sentíamos que faltaba algo cuando el cabaret no estaba abierto, algo que fuera un complemento y que no rompiera con la lógica del concepto. De ahí surgió la idea de incorporar la réplica de un galeón donde se puede navegar en tierra, mientras se saborean unas alitas de pollo, se escucha a un trovador y se toma la ce